Hace unas semanas en la primera clase de creatividad se nos pidió
dibujar un triangulo y poner en cada uno de sus lados tres palabras que nos
identificaban. La verdad no lo pensé mucho y escribí: Empatía, ser positiva y
alegría.
Siento que siempre han sido parte de mi, pero hoy me marcan e
identifican mas que nunca!
Desde la llegada de la cachorra que toda mi vida se basa en ella
y en la relación que hemos formado, en el vínculo que ha nacido gracias, en
parte, al estilo de crianza que decidí seguir: instintivo, empático, reconociendo
mi lado mamífero, abrazarlo y aceptarlo. Y es desde aquí que he tomado otra posición
para mirar las cosas, mi vida y futura profesión también; y es desde aquí donde
me he empoderado, y lo sigo haciendo, de estas tres palabras (una no lo es
porque me sonaba feo decir positivismo).
Ser positiva, obvio que tengo que serlo! No puedo hacer otra
cosa que verle el lado lindo a todo, hasta a la mas oscura de las tormentas que
he vivido. Si bien siempre he sido igual hoy lo soy mas que nunca. Con lo
poderosa que es la mente vivo convencía que todo va a mejorar, que hay mas
soluciones, que no todo es malo, y a mas grande escala que si crío con amor y enseñándole
amor y respeto a la cachorra el mundo será mejor.
Alegría, como no se va a vivir alegre teniendo una pequeña que
al despertar me acaricia, besa y me demuestra su amor de maneras que nadie que
no esté en mi cuerpo podría llegar a comprender. Me es necesario ser alegre y
transmitir alegría, para que de esta manera las cosas resulten bien, llamando a
las buenas energías para que nos acompañen día a día y así podamos contagiar de
Alegría a aquellos que lo necesiten y ayudar a otros de mejor manera.
Empatía, gran palabra y hoy la mas presente en mi. Creo que si
bien , y siguiendo la definición o una de las tantas, siempre he vivido tratando
de ponerme en el lugar del otro y así entender muchas cosas, es hoy cuando la
vivo al límite. Ser empática con la criatura que yo traje al mundo, difícil
cuando vivimos en una sociedad de individualismo y donde queremos todo rápido y
fácil, que ya recién nacido duerma toda la noche, que no llore, que pronto deje
de usar pañales, que use la mamadera y un largo etcétera. Se vuelve fácil
cuando lo volvemos instintivo, cuando aflora esa mamífera y todo cobra otro
sentido, cuando somos nosotros quienes nos acomodamos a sus tiempos y los
hacemos nuestros, cuando dormir en la misma cama, portear y “dar teta” cuando
ella lo quiera es lo natural y es la forma de hacer las cosas, cuando pongo mis
intereses en stop y son los de la cachorra los que priman, por los que velo
primero. Finalmente entendiendo que es ella la que ha llegado hace poco y no
sabe como funciona este mundo y mas que enseñarla, guiarla en este proceso e ir
juntas de la mano.
Por ultimo me quedo con esto que leí y decido hacerlo mío…
"La empatía es el poder que tenemos los padres. Cuando
somos amorosos y respetuosos con nuestros hijos, tenemos la claridad para saber
qué queremos, la creatividad para diseñar soluciones poderosas, la bondad para
enseñarles a nuestros hijos qué es un valor para nosotros y, más importante,
somos capaces de profundizar en nuestra relación con ellos, sea cual sea el
desafío que nos toque afrontar. La empatía es nuestro GPS interno, que nos
ayuda a navegar el día a día de nuestras vidas". (Attachment Parenting
International)